Tejo una manta con retazos
del tiempo con hilos
de mis recuerdos
y aguja de olvidos.
Vertidas lágrimas
en el silencio
de mis sueños...
Y soledades.
Salmuera amarga esparcida
en los pliegues de tus labios.
De tu boca…
Cubriré el álgido olvido
del silencio frástico
que subyuga el correr
de la sangre en mis venas
para no sentir el pulle
de los finos alfileres
de tu ausencia.
Una frazada
que me cubra el dolor
de la bélica escarcha.
Ventisca que se cuela
por las sangrientas
llagas abiertas.
Pústulas…
Que desangran mi alma
al caminar de las horas desveladas
en mantos de ayeres extraviados.
Un amparo que coso con abrazos
dormidos entre tus senos.
Tul de suspiros
evadidos de mis labios transidos.
Refugios cálidos contra el raso
del desuso que deja el cruel vacío.