Hoy tengo
ganas de liberar
hasta mi última
libélula...
De
revolotear como un suspiro
entre tus
senos y gemir
hasta que
las horas
se pierdan
en tus manos!
Sí...
Hoy tengo
ganas
de decirte
lo indecible,
ocultar en
mis párpados
el arrullo
de tus noches.
Evocar como
un niño
la eterna arrechera
en tu mirar.
Que cuando
mis alas
se agiten y
tu viento sople
tu luz se
abran…
Como
estrellas
entre tus
piernas.
y mi cuerpo
tiemble
como las páginas
de un libro
que se mecen
en la vereda.
Hoy tengo
ganas de liberar
hasta mi
última libélula
en esas
planicies de tus senos...
Hasta el
final de los caminos
que conducen
a tu alma,
donde yo...
Solo una vez
he sido tuya.