Dueño de esta memoria
donde habitan soledades,
silencios y sueños incumplidos.
Dueño de primaveras,
albas rosas, ocasos cobre
que no se marchitan en olvido
y se arrullan al frio de invierno.
Dueño de este quebrado corazón
que palpita en su intento de amar.
Dueño de un universo cascado
de recuerdos donde siempre...
Solamente destella el sabor:
De tu ultimo beso.