(…) “No solo me cubres con tus versos, también me llenas con todo tu
amor. Incluso en otra vida, con diferentes destinos. En otros cuerpos, con
otros labios y en mundos ajenos volvería a amarte”. (…)
Rosario Isabella
A través de las ventanas
de este castillo donde suscitan
mis sentimientos, en las paredes
están escritas como hojas sueltas
al viento todos
mis versos:
Historia de vida de lo que fue
y lo que no pudo ser entre nos.
Opuesto a las eróticas fantasías
de aquellas sirenas que en alta
mar con sus cantos masturban
conscientemente el id
de sus leyentes para ganar
elogios a su propio ego.
¿Me preguntas:
¿Por qué te amo?
Te amo, porque cada latido
de mi corazón lleva impreso:
Tu nombre.
Te amo, porque en tus ojos
encontré el reflejo de mi libertad.
He vuelto de la nada,
bañado por finas
hebras
de melancolía con las versiones
anteriores de lo que una vez
fui habiendo
aprendido
sin alas, volar...
Con el alba rosa
durmiendo
en mi pupila y al
hambre de volver
a mirar hacia el
cielo de madrugada.
A veces, solo hay
que olvidar
las palabras y
aprender a escuchar
el silencio del
ocaso para despertar
la luna creciente
en la noche.
Noche esa que te hace recordar
a quien amaste, te hace lamentar
las cosas que nunca dijiste.
Eres el versar que se desliza
de mi pluma y la tinta que mancha
mis paginas blancas con el suspiro
que acaricia el aire con tu aliento.
Eres la melodía que atraviesa
mis pensamientos:
Refugio donde descansan…
Mis recuerdos y sentimientos.