En El Echo De Mi Silencio
Tu piel, quimera de mis sueños,
al tocarle siento que me visto
de tu cuerpo y dibujo la madeja
de mi almena mientras fraguas
mis sentires en mis huesos
con el díctamo de tu recuerdo
cuando a tu lado en silencio me recuesto.
Tus caricias son los recuerdos
del presente y el presente de mi pasado.
Latente e insistente son las quimeras
que por suerte me poseen. El conjuro
agónico de tu resuelta sarracena…
Vendaval que levanta la blanca sabana
que te cubre sin pudor y sin reserva
la lujuria e indecencia mientras te miro
con inocencia en el echo de mi silencio