Desterrados silencios
y sollozas soledades
de mis labios al viento…
En un grito carmesí.
Pasa por delante la vida…
A estos pies cansados
por encontrar sus pasos
vencidos por el andar:
Del tiempo.
Sueños dormidos..
Llamados suspiros
a veces tan breve
como un respiro:
Llegan a la ligera
y se van cuando mas se les
necesitan. Las manecillas
marchan a toda prisa:
Trizte despedida.
Corren ellas con el tiempo
y versan poemas que rasgan
la seca piel del alma
con prosas y liras:
Nos parece eterno
el rodaje del tiempo.
Llora el alma…
Gime el tiempo
ante tanta falsedad...
Tanta falsedad enrojecida
que nos enfría el corazón...
Con una lluvia
de amargos recuerdos
en silenciosa oscuridad.
Perdóname tiempo
ahora que barren las horas
los verbos de mi aliento
el pretérito perfecto no tiene
sentido en mis versos.
Solo sobran las horas muertas
en su efimero vagabundo andar :
Lento caminar del tiempo
perdonando los silenciosos
y ruidosos pálpitos al corazón.
Quimeras de un viaje
más allá de un baluarte.
Palabras escritas con espinas
sobre el desgarrado papiro
del alma: Desaparecen...
Sus manecillas a huertillas
bajo la sombra del ocaso...
Manto del ocre paño de otoño.
Aledañas al son de ocras
sombras dejando colgado
de un hilo una palabra.
El gemir:
De parparos dormidos.
Detente tiempo,
quédate conmigo
que aun vaga en tu caminar
la alegría de mi escondida inocencia.
Atrofiada manera de saber
que el olvido esta lleno:
De memorias