
Tu…
Llegaste como un rayito deslumbrante de luz,
yo andaba por el mundo lleno de inquietud.
Mis ansias ya se habían refugiado
entre las ruinas de mi pasado y el dolor.
Daría ante tus ojos en tus manos,
con mi voz, la cálida promesa
de un destino diferente. En tus manos
y mis manos juntando ya el presente…
Yo era un grito en el rencor.
Era el trágico final de mi desesperacion,
que como brumas rodaban en las olas
sobre el mar al llegar la luz del sol.
Tu, milagrosa musiquita de cristal
me enseñaste a sontir y a extrañar.
Con tus ojos destellantes,
tu ilusion y tu fe milagrosamente
se iluminó mi atardecer. Lejanos ocasos
ensombrecidos que nunca....
Nunca mas han de oscurecer.
Tu., milagrosa musiquita de cristal..
me enseñaste a sentir y a extrañar,
Tu....