(...) Mis labios,
dos mariposas
que aletean libremente entre
palabras y silencios(...)
Ann Marie
Este prohibido
y
ofendido amor
canta su dolor
con suspiros al viento.
Le traga por la garganta
cual arena de un desierto.
Tantas veces
lloro el alma
a lo incierto poniendo
las manos en las llamas
del fuego que aun sintiendo
arder mis versos en la hoguera
el resentimiento abrazaba
con dolor los sentimientos.
Siguiendo la ciega Fe
del destino cabalgue
sobre miles de cristales rotos
sin importar que ensangrasen
las heridas y cicatrices
por mendingar un pedazo
de un negado azulado cielo
a los ojos del invierno.
Sin un lugar
donde mantener
la Fe encendida
busque altar.
Un idolo con quien
compartir la llama.
Mantearla viva
bajo la cruz de un
Padre Nuestro…
Echando a tierra
todos los ensueños.
Rezo,
obra sagrada…
Pan en mi vientre
hambriento al devorar
palabras en silencio:
Agua bendita
en la garganta sedienta
llena de sal, de arena
en un jardín desterrado.
Oculto desierto.
Heridas y cicatrices...
Donde en silencio
las palabras emanaban
lagrimas para sanear
los escombros del alma
escondiendo el haz
de la mañana en un enjambre
de siliente sombras cercenandose
bajo los dolientes labios del alma.