(…)” Déjame desatar al tiempo.
Beber gota a gota la sed de tus sueños,
escribir la historia que dicta el silencio,
seguir conversando triste con el viento.
Hoy no sé si fuiste, serás o aun eres
careta de ensueños, verdades inciertas.
Fría soledad anclada a mi vida
ocultando el rostro en un poema.” (…)
Rosario Isabella
En mi alma...
Tu nombre:
Tatuado en mi pecho
grieta de añoranza que emana
de esta
ausencia al silencio
que
todo lo invade,
hasta
lo que no existe.
De todo lo
que no se ha escrito
por lo
imposible de las palabras:
Solo puedo escribirte un poema.
Mecido me llevas entre tus senos,
dulce balanceo que en
sus curvas
me pierdo buscando
el Rojo Rubí.
Sabor afrutado con
deleite
para mi boca y goce
en cascada.
Tu espalda arqueada
a mi cuerpo
ante la inminente llegada al clímax:
Perfecta conjunción.
Un infierno se gesta
entre mis dedos:
Incineran la tibieza
de tus pétalos.
Tu cuerpo tiembla y
estremece
de lascivia, mientras
el brillo
de tus ojos languidece
atrapados
en los míos.
Lenta e implacable
te envuelve
la dulce agonía buscando
quedarse
cuando todo lo demás...
Se ha diluido en la nada.
Amame,
porqué al juntar
todas tus partes
rotas
requiere paciencia y cariño.
Amame,
porque ése
es el verdadero
sentido de tomar
tu alma sumisa en mis
manos.
En el clímax ...
Lograr tu
renacer,
extasis de libre temores
o
dolor. En el te llevo
a la
oscuridad con cada
cada ilusa y
tibia mirada
a la perversión de
mi boca zafia.
Sometida a las
caricias ardientes
de mis manos, de placer
enloqueses y
desatas los nudos
que te atan a las
olas del tiempo.