
Mi sueño envuelto
por este gélido frio
congela mi alma
como una lluvia nocturna.
Se derrama en mis ojos
el llanto como un rocío
de tristeza.
Un suspiro se escapa
de mi boca porque quiero
ser en tu boca un beso.
En tu piel caricia, en tus ojos
un verso y en tu piel, amor.
Y por ello,
suspira mi corazón
en latidos entrecortados
porque ya no te tengo.
Yo te espero, pero no
estas.
En la soledad de mis
noches
la rosa luz del alba
quiebra
mi frígida soledad
sobre mi helado
lecho.
Me despierta la
aurora
boreal y tu no estas.
Ya no
te tengo,
no se enardece mi virilidad
entre tus senos,
tus
dulces labios,
tu sublime amor
porque...
Ya no te tengo.