
¿Cuál es tu juego?
El mío...
Pretender en ser poeta
dueño de mis letras
de principio a fin.
Mis sentimientos duermen
en lengua sin tregua...
No sabe de límites.
Es mi voz hecha poemas
que habla por mis dedos
y cuenta mis sueños como quien
cuenta sus sentimientos
a el viento: Profundo...
Secreto, débil eco sobre pecho.
Yo no sé a qué juegas Tu,
vieja veleta que marca
la dirección del viento...
Que en cualquier puerto de tierra
oyes el canto de sirenas
y ni cerca navegas los mares
de mis cimientes quimeras.
Te piensas centro de los mares
y predicas en el desierto
como quien predica al cielo.
No remas, ni vuelas.
¿Cuál es tu juego?
Yo...
A que entiendas,
a que sin dudas amaras
este hombre temblase
si te sintiera cerca.
Dime:
¿Cuál es tu juego?
Así...
Así, cara a cara.
Cuerpo a cuerpo.
Ojo a ojo como si fuera
un espejo. Mírame:
Mírate dentro.
Que cale en los huesos
la tormenta de mis versos.