Donde...

(…) “El día casi afónico repite la ausencia que diluvia 

en mis ojos, Y prefiero la noche mientras te espero como 

el incesante  mar a la luna para que lo resucite plata 

y vaya con él  a todas partes. (…)

                                                                        Rosario Isabella

En el umbral he de asomarme  

mirando salir un cálido sol de enero,

mientras la brisa, se lleva la última

hoja de tu invierno.

Ya me apremian tus abrazos

y te escapas en el hilo

más delgado de mis sueños.

Donde en esta inmensidad

te encuentro, si un después

suena a tu nombre.

Se confunde entre bambúes;

sabe a lágrimas luna.  

Se va con cada noche,

dime donde quedo en tu cielo.  

Dime donde, dime donde.

Delicia de hacerte piel en mis manos,

temo darte más amor

que el que en tu cuerpo cabe.

Me haces libre al filo de tocarte,

se abren tus muros solitarios.

Silencioso, temo contemplarte

entre tus bosques de arenas  

y mi aluvión de lluvia a media tarde.

Dime, si en el umbral

aun he de quedarme.

Enjaulo mi corazón ya cobarde,

dime donde he de ubicarle.

Le planto, entre tallos mohínos de verdor,

o entre rosas de rojo rutilante.

Dime si algún día, 

dejaras huellas en mis laderas azules.

O he de morir sin un beso,

sin tomar tu mano en una calle.