Al borde de sus sueños...
Donde las manecillas del tiempo
caminan con difícil entidad...
¿Dónde se suelta la cortina del alba?
Sal corsa que cae de la nada...
Se arrastra entre el deslechado
de muchos. Puta con tanto
equipaje cargado de arrogancia,
prepotencia y narcisismo...
Masturbándose al hilo del gemido
buscando y buscando de sus manos
el dedo aventurado para romper el silencio.
¿Cuántas gotas de lechetrezna
para llenar la tinaja?
Si el deseo es de fuego frígido
entre el reducto de sus senos.
Al borde de sus sueños...
Donde su vida es de viento.
A vinagre le sabe la boca
en la ausencia de un gemido.
Vaga la Puta de mil quimeras
queriendo sorber barcazas...
Los surcos de su isla púbica,
oasis de espinas y dolor
donde excavan lenguas un desierto...
Espejismo de locura,
se ahoga en el brío de las olas
en el mar muerto de su cuerpo...
Grito de tantos incendios: Silencio.
Aunque se haga cenizas
al quiebre del alba rosa...
El gemido de la Puta.