
Dos almas cara a cara...
Tal vez sean una gota de agua
flotando en un océano inmenso.
Dos almas cara a cara...
Tal vez sean un par de lagrimas
acunadas por el tiempo,
enlazadas como aves heridas...
Palabras para no sollozar
entre soledades y silencios.
Dos almas cara a cara...
Tal vez sean dos gemidos
y el amanecer, olas al viento.
Un beso cautivo enamorado
de una mano enardecida que tenia
la apariencia de azucenas desmayadas
y el palpitar de un colibrí en agonía.
Dos almas cara a cara...
Y sucedió que, en un encanto,
aquella mano impía con palidez
de azucenas, de palpitar de colibrí cautivo
se acercó tan y tan cerca a la jaula del beso
que no pudo más el pobre preso
y se escapó, aun así, con caprichoso giro,
se volteo la mano a un cofín lejano.
Y aquel beso, suspirando sobre las olas
del tiempo se convirtió un gemido.
Dos almas cara a cara,
llano sentimientos...
Uñas enterradas en lo profundo
del alma derramando oscuros recuerdos
guardando escondida una esperanza:
Fortuna de humilde desencanto.