Su Mirar...
Guardo
cada uno y todos los recuerdos
en una
urna de ensueños como si entonces
me invadiera
otros tiempos de alegre despertar
con un
aliento de nostalgia y se llenan las pupilas
de niebla, viento y cenizas.
Guardo cada
beso en la memoria de mis labios.
Ladrona solitaria
que nunca dio un beso sino
me lo
robase. Viajera de otro mundo que en su mochila
no lleva
su hálito al pestañar en su mirada.
Cada
mirar, al verbo fue para este pecho
por si el
parpadear se rompiese en un quejido
sin
nombre y su voz hechisase el verso
con la
tinta de una salada lagrima escondida.
Guardo todos
los latidos de este corazón
sin rumbo
que ambula a la frontera
al exilio
de los susurros más allá de las quimeras
sin algún
salvoconducto y guardo lo que queda
junto a
la eterna esperanza de cenizas:
Pulvorizadas hechos
poemas al mirar que hiere al alma.