Donde habitaba la alegría
se ha dormido la sonrisa...
De aquella mujer vivaracha
y atrevida en hacer lo inesperado:
Repentino.
¿Dime mujer, te atreves de nuevo
a bisectar ese ángulo obtuso
de todos los atrevimientos?
Alientos y suspiros entre
la espera y el olvido de añejos
tiempos escondidos...
En el cajón de desnudas letras
escritas al viento.
Haz de los escritos vagan
en puntillas entre las líneas
de versos escondidos bajo
el alba rosa de mis sueños
y el azulado cielo que madruga:
Roba íntimos sentimientos
cual ave de invierno
que teje su nido de paja
en los pulmones del viento.
!Se llevo consigo mismo su canto!
Tan cerquita al sentimiento
de un runrun al gemido
que callando cosas acaricia
la piel al tacto de la falda
que esconde el calor de bulbosas
entrañas a la yema de los dedos:
A la cadencia del deseo.