Allí
duerme hoy
mi
sonrisa...
En esa
boca tuya que no encuentro
morderle...
Cueva
donde una vez habito
mi erguida
húmeda alegría.
A la ausencia
de mis besos
dime entonces,
mariposa...
¿Estás?
En ese
ápice perdido...
Entre
mi aliento y mi suspiro.
¿Mi
silencio y el olvido?...
Tiempo
de añejos recuerdos
en el rincón
de todos mis latidos.
¿Sabe
el haz de mis pupilas
por
qué vagas de puntillas
por los
reglones de mi canto
casi
escondida entre el ocre
sueño
de mis ocasos y el despertar
de mis
albas rosa de madrugada
distante
al estruendo de mi pecho
cual ruiseñor
en noches de invierno
que de
paja su nido teje humectando
los
pulmones del viento llevándose
el
cantar consigo mismo?
Canto
de ave herida
a todo
sentimiento...
Beso
del tiempo a la raíz
de mis
suspiros sobre mi piel
donde
dormida anida
suavemente
mi vida.
Corta
entonces...
Violetera
las hojas del tallo
de mis
ensueños. Deja que bailen
al viento
como mariposa perdida.
Deja que
florezcan ellos de por dentro,
cultivo
de mi pecho sus semillas.
Sentimientos,
recuerdos de añoranzas
Y suspiros...
Corta
con tu aletear los pétalos,
jadeos
de este amar
que en
silencio canta y versa.