En el fondo
soy el mismo…
Si, soy el
mismo.
Insondable
hasta el punto
de serme
extraño en lo superfluo.
Tártaro a
las heridas...
Oscuro pozo
que se asoma
a la memoria
del vivir.
Verbo que en
los labios
sabe a sal y
miel
en boca mordida...
Abismo entre senos
del que
desconozco tiempo.
Siento entre
los dedos
como late y
se desgarra
el llanto y
el cantar inmenso
que no hallo
en la oscura sima
donde mi voz
se vuelve arena
al llamar al
otro lado.
Incompresible mundo el mío...
Ocultando sueños entre el hilo
de mi aliento. Vértigo confuso
en la trémula garganta
cuando pronuncia el silencio
y se hace eco sin razones
en esta perpetua oscuridad.