La Puta Que Se Viene y Se Va...

“… El día que fuiste a mi cama,

que lloraste y te entregaste...

Unas horas antes, ahí mismo,

me había culiado a Hadilton,

Ahí en esa misma cama donde me dices

que dejaste tu corazón y me habías

hecho el amor.

Esa es la verdad...

Es verdad,

ahí en un mismo día

me acosté con los dos...

Y esa es la verdad:

Me acosté contigo y con Hadilton

el mismo día en la misma cama.

No lo olvides nuuuunncaaaa..."

El oficio desgraciado de ser puta

es capaz de abrir de capa 

los infiernos y trocar hasta el fondo 

el purgatorio....

El poeta que no conoce la ruta,

no se da cuenta al caminarla...

Va en busca de versos

y amor sincero a la esquina

donde la puta se recuesta

en espera de recompensas

para manchar la luz del alba...

Que al día quiebra.

Faro donde se alumbra la espera

entre tragos de gin y el derrumbe

de braguetas a favores sexuales...

Amor compartido entre barras

y banquetas, entre copa y copa,

una botella de vino.

Con su lengua viperina,

zalamera y calumniante

me insulta y me saborea

en cualquiera esquina.

Sobre un colchón...

Como trinchera se prende 

al tallo de la vida.

Me lame el sexo...

Me seca la vida.

Se viene y se va como turista sexual

con su alma de erotismo repleta.

El poeta le llama: Su musa...

Ella no acepta que le llamen puta,

prepago, mesalina o ramera

aun siendo lo que es...

Después que se viene, 

la puta, se viste y se va 

sin mirar hacia atrás

buscando trinchera, otro colchón

donde seguir sus desaventuras.