Mendacidades…
Lo cierto,
lo verdadero.
Tantas veces lo negué.
Lo ignore sin saber por qué…
En una hoguera de recelos
abrazando todos mis versos,
coloqué y mantuve las manos
en el fuego aun sabiendo
que me ferraran el alma…
Teniendo fe en el destino
camine descalzo sobre mil
cristales rotos sin importarme
que me sangraran las heridas.
Esas que…
En mi pecho dragara la traición
de tus hechos y palabras
por mendingar…
Un pedazo de cielo.
Negado a mis ojos:
Un suspiro.
Ni santos,
ni a imágenes en altares
del tiempo donde encendida
quise mantener la vela
entre plegarias y rezos.
En ese calvario cansado
de los credos se echaron por tierra
mis sueños donde fuiste una vez
gloria bendita y pan en mi vientre
hambriento de tanto devorar:
Silencios y soledades.
Agua en mi garganta sedienta
llena de palabras de arena y sal.
Sintiendo el destierro en el desierto.