Es este
murmurar de hojas
secas de un
otoño muerto,
el viento
acaricia los esqueletos
de los árboles despojados
de su piel…
Como un
amor prohibido,
así como algo que no quiere marchar.
Como este
olvido de ti.
Puede que el
poeta sea
aquel que
escribe ya cansado
lo que otros
aún caminan?
Te
guardo entre el silencio
y
este extraño deseo de encontrarte,
besarte
y morderte al mismo tiempo.
Se
me hace tan extraño,
que
tengo que guardar silencio.
Al marcharme…
Deje tus ojos,
la esperanza, las
rosas
y este tiempo compartido
porque no quise
ver
esa infidelidad
por mi casa
persiguiéndome…
Entre mi silencio,
soledades
y mis cosas
pues en mi casa
nunca hubo nada
de ti.