Miro hacia atrás…
Y dijo:
Lot, el camino es un jardín de sal.
Besé las olas en sus labios,
los rayos del sol bebían de mi
sed. Manantial de luz.
Yahveh está en Sodoma
en la Praga de las cien torres
con dedos de alerce.
Robo la risa de su faz
como quien acaricia
un tañido de fresas.
Como si sus manos fueses
un aleteo de gaviotas.
Como si quisiera dejar
en el mar de sal…
Las huellas de algo invisible.
Edith dejo escrito;
A pesar de la fortuna de la vista
tan ciega, tan sorda,
a pesar del don del oído.
No escucho el silencio
y toco lo no oído.
Hay silencios que morirán
con nosotros.
Una ola llega y nos moja los pies
y nos recuerda que estamos vivos
pero al marchar se ha llevado
la sonrisa de uno de los dos.