El silencio me dijo:
Que echaba de menos.
tus versos...
Y entre la soledad
y mis suspiros:
Le susurré…
Yo también.
Yo te escribo …
Versos que mi mente
recitan y los que mis labios
callan en soledad guardando
en silencio mis sentimientos
que cabalgan…
Como caballos desbocados
sin frenos al galope que dé
a verso a verso trote desporrando
todos mis sentidos sin parar.
Prisa que mi corazón suelto
con su brío no para por parar
sin métrica ni rima.
Desahogo mi alma
de la pena que le asfixia.
Lo que aquí expongo:
una paradoja…
Quizás. Sabes por qué mis versos
lloran de estrofa a estrofas?...
¿Por qué?
Porque si me leyeras lo supieses.